Oda a un poeta de Praga …


Ha muerto Václav Havel, dramaturgo, ensayista, presidente de Checoslovaquia y sin duda el último de la casta de esos revolucionarios de la década de los 60 y 70 que nos iluminaron el camino desde la selvas de Bolivia como El Che hasta las heladas y oscuras celdas y cárceles de los comunistas de los Balcanes donde paso Havel parte de su vida, la otra parte se la rebato el cáncer hoy mismo.  

Poeta y escritor de “Carta a Olga”, dramaturgo autodidacta casi porque aprendió el teatro por correspondencia… este defensor de los obreros planto la cara a la invasión soviética y posteriormente firmó la carta del 77 el movimiento intelectual que reclamaba entre otras cosas "discusión abierta" de los problemas económicos y políticas que los regímenes negaban y ocultaban.  

Me acuerdo aun como celebraba en septiembre de 1989 con mis compañeros de la célula del partido comunista de Nador cerca de melilla, la llegada al poder de este escritor… esperanza de los débiles y victoria de las letras, la poesía, el teatro y la cultura… y poco después cayó el muro de Berlín y el mundo parecía rendirse a las masas que pedían el cambio en todas las plazas.  

Quedan lejos aquellas imágenes, un hombre en Pekín que se enfrentaba solo a un tanque, cascos con rosas en la primavera de Praga, médico y poetas con fusiles en las selvas amazonas.
 
Quedan lejos aquella obras y enseñanzas de grande hombres como Gandhi , Luther King, Guevara, Mandela , Boazizi … o Václav Havel que se dirigía a los joven de Madrid en 1997 presentando sus memoria “Sea breve por favor” diciendo "Deseo que los jóvenes sean los destinarios principales de este libro porque me parece muy importante conservar la memoria histórica. Sin la memoria no existe la continuidad histórica ni se mantiene la identidad. Sentí que era un deber para mí dejar un testimonio de mi trayectoria intelectual y política".  

Lejos estamos hoy de plazas como aquellas donde se forjan los verdaderos cambios, lejos estamos como parece de abandonar nuestros calentitos sofás, nuestros BlackBerrys, el botellón del finde para avivar milagros y derribar muros.  

Esta crónica termina hoy con una oda de despedida, en forma de ¡Auxilio!, un extracto de un poema de la gran dramaturga francesa Ariane Mnouchkin:  

“Estoy perdido en la oscuridad, guíame, al menos, hacia una bujía  
Soy perezosa, avergüénzame  
Estoy cansado, estoy fatigado, levántame  
Soy indiferente, golpéame  
Sigo siendo indiferente, golpéame en el rostro  
Tengo miedo, dame coraje  
Soy ignorante, edúcame  
Soy monstruosa, humanízame  
Soy cínica, desármame  
Soy tonto, transfórmame  
Soy mala, castígame  
Soy dominante y cruel, combáteme  
Ya no sueño, trátame de cobarde o de imbécil  
He olvidado, arroja sobre mí la Memoria”  

Hasta siempre Václav Havel… hasta siempre compañero  

Firmado por: Un verdugo en paro  
Toledo - 20 de diciembre de 2011

La república libre e independiente del teatro...

En hora buena a ese nuevo espacio teatral “Escena Circulo” que se ha inaugurado recientemente en Toledo… que al no contar con apoyo ni patrocinio oficial de la administración, se ha atrevido a proclamarse libre e independiente…  

Esta noticia puede parecer normal y hasta previsible en tiempos de crisis, pero no lo es… ya que más que una actividad cultural o iniciativa de una sala o colectivo teatral… Esta noticia es el ejemplo y el inicio de la liberación y independencia de un sector artístico que ha sido sometido, esclavizado, subordinado a la administración pública y sus cargos y políticos a través de las famosas subvenciones y ayudas del sector.  

Es que lejos de promocionar las artes escénicas como pretendían estas ayudas y subvenciones, lo que hacían (sin saberlo quizás), era sentenciar y cargar las esencias más vitales del teatro: su independencia y libertad… además de su valor y dignidad… todas vendidas en ese mercado del patrocinio oficial.  

Desgraciadamente, este mercado ha generado a la vez falsas creencia entre la población como que el teatro debe ser gratis, que el estado lo debe mantener, que todos los grupos teatrales deben ser subvencionados por el estado… hasta que llego este diluvio de esta atroz crisis que peligra su continuidad, pero no lo hace de la misma manera con el cine o la música… ahí no había esas falsas creencias… y porque pagar una entrada de una película o concierto era y es lo más normal a diferencia del teatro.  

Mirando a otros países como Francia o Alemania… la cultura es un sector privado casi, ver un espectáculo, es un privilegio que hay que pagar (una entrada media puede costar hasta 15 euros), el estado ahí subvenciona lo imprescindible, o lo que le interesa como un cliente mas.

El teatro y sus colectivos se mantienen con esas entradas y servicios que venden, y se concursan en la creatividad y imaginación para atraer al público, sin embrago aquí no ha sido esa la costumbre, nos han acostumbrado que todo era gratis, porque el estado lo paga, y que cualquiera que produce una milonga, encuentra un político que lo subvenciona ya puede ir de gira… no habido criterios de selección, no habido política teatral estable, no habido una regulación de oficio o de la profesión, no habido organización entre los profesionales… lo que más había eran dedazos para contratar o subvencionar desde nuestras administraciones... y con el saco lleno y sobornados hasta las cejilla… se sacrificaron las atributos que hacían del teatro algo maravilloso: la libertad, dignidad e independencia.

 Desamparado y traicionado ahora por sus viejos amigos políticos , el teatro debe caminar solo otra vez, debe armarse con la creatividad e imaginación, debe renunciar a las limosnas y sobornos de las administraciones, debe volver a abrazar al público y pedir su apoyo como única garantía de futuro, debe recuperar su respeto y su dignidad, debe okupar el lugar que les corresponde en las ciudades… en definitiva y como lo hicieron esos artistas de la Escena Circulo de Arte de Toledo que han iniciado ese largo viaje hacia la proclamación de la republica libre e independiente del teatro en Toledo.

Firmado por: Un verdugo en paro
Toledo - 05 de diciembre de 2011